Podemos sintetizar Flight of the living dead, también conocida como Plane Dead, como la versión Zombie de Snakes in the plane. El argumento gira en torno a una epidemia en un vuelo comercial desatada por científicos inescrupulosos que buscan usar un virus desarrollado por ellos con fines bélicos.
La película es disfrutable, con mucha acción, pero contienen detalles que desafían la lógica y le restan puntos. El primero es como los científicos pudieron colocar una caja con el logo de peligro biológico en un mundo post 9/11. Luego surge la cuestión de las ataduras para asegurar la mortal carga, ¿acaso no había presupuesto para unas mejores correas?
La conducta de los zombies también es inconsistente, algunos de desploman muertos (de nuevo) tras haber recibido un par de balas en el pecho mientras que otros son desmembrados y no muestran ninguna reducción en sus habilidades (o en su apetito, considerando que no tienen órganos internos).
Finalmente hay una serie de errores técnicos en torno al funcionamiento del avión, como por ejemplo cuando uno de los personajes, herido, abre una de las compuertas cuando se necesita una fuerza de varias toneladas para hacer esto.
Las actuaciones son buenas, pero nada del otro mundo y los personajes, carismáticos (el prisionero y el golfista se roban la peli).
El apartado de los efectos especiales también es bueno, sobre todo el maquillaje de los zombies aunque me molesto el hecho de haber visto un par de salpicones de sangre CGI, cuando se pueden hacer esos efectos de manera practica y más realista.
En resumen, Flight of the Living Dead es una película disfrutable, siempre y cuando uno pase por alto estos detalles.