El joven Jim Hasley (C. Thomas
Howell) recoge con su Cadillac a un autoestopista, John Ryder (Rutger Hauer),
en una carretera de Texas. Cuando John le confiesa a Jim que es un asesino y
que espera a que le recojan y le lleven para matarlo, Jim lo deja en la cuneta
y sigue adelante, pensando que lo ha dejado atrás. A partir de este momento,
los dos empiezan a jugar al gato y al ratón. El asesino sigue matando y dejando
pistas que inculpan al joven Jim de los asesinatos.
Clásico que combina con maestría
suspenso, road movie y acción.
Las actuaciones son soberbias,
sobre todo Rutger Hauer y Craig Thomas Howell.
En mi opinión, junto con la de
Blade Runner, es una de las mejores interpretaciones que ha hecho Hauer en su
vida. Su personaje, John Ryder, destila una sensación de amenaza incluso antes
de que sepamos que es un asesino psicópata. Si no pregúntenle a Howell, que
pasó todo el rodaje atemorizado de Hauer debido a la compenetración de este con
su personaje.
C. Thomas Howell es creíble en su
papel de Jim Hasley, un joven que debido a un buena acción y el deseo de tener alguien con quién charlar durante el viaje se ve arrastrado a una
pesadilla que podría acabar con su vida. En todo momento es palpable la
desesperación de su personaje ante la situación en la que se encuentra.
Jennifer Jason Leigh interpreta a
Nash, una simpática camarera que se vera envuelta en el mortal juego entre Jim
y Ryder. Hay muy buena química entre su personaje y Jim, lo que hace más
impactante su destino.
Uno de los mejores aciertos de la
película es que jamás se nos explica la historia de Ryder, sus motivaciones. En
una escena Jim le pregunta por qué hace eso a lo que Ryder le responde: “Eres
un chico listo. Dedúcelo”.Esta
respuesta bien podría estar dirigida a la audiencia. Existen varias teorías,
pero las más populares son tres:
Para Ryder esto no sería más que un juego macabro,
en el que el es el mejor hasta que Halsey logra escaparse de él.
Ryder ha vivido un acontecimiento en su vida que lo
marcó y le hizo perder cualquier valoración que tuviera respecto a su vida
y la de los demás. Ahora busca una persona digna que lo ayude a morir.
A través de su macabro juego pretende dejarle una
lección a Jim.
En lo personal, yo me decanto por
una combinación de las tres. Hay varias escenas que parecen indicar que Ryder
tuvo algún tipo de entrenamiento militar (Vamos, que no cualquiera es capaz de
masacrar a una comisaría entera sin ser herido en el proceso y derribar un helicóptero
con un revolver, además de la innegable capacidad para rastrear a Hasley), por
lo que no sería muy disparatado pensar que es veterano de guerra. En otras
escenas, se puede apreciar en los ojos de Ryder una inmensa tristeza y
desesperación (por ejemplo, la escena en la que se recuesta junto a Nash, o
cuando esta sentado en la cabina del camión junto a Jim). Y es obvio que desea
morir, cuando conoce a Jim le dice que quiere que lo detengan. Y lo reitera en
la cabina del camión al entregarle el revolver cargado.
La película (que visualmente y
argumentalmente le debe mucho a Duel, de Steven Spielberg) hace un excelente uso de la tensión, que va
escalando por segundos y a pesar del sadismo de su antagonista no muestra más
que lo absolutamente necesario, generalmente limitándose a insinuar. El mejor
ejemplo de esto es la escena en la que ve que una pareja con un niño ha recogido
a Ryder, e intenta infructuosamente advertirles que corren peligro. Cuando, más
tarde, encuentra el coche de la pareja en la banquina y se acerca a examinarlo,
sólo vemos la sangre que gotea sobre sus zapatillas y su reacción. No es
necesario regodearse en una escena sangrienta para indicarnos que Ryder se ha
cobrado tres nuevas víctimas.
La segunda parte de The Hitcher
es vertiginosa, con persecuciones espectaculares (en las que Hauer casi no uso
dobles), tiroteos y acción.
La música es adecuada para
reflejar la situación y el ánimo de los personajes.
Hay algunos detalles que desafían
la lógica: ¿Cómo pudo Ryder masacrar a toda la comisaría si despertar a Jim en
su celda? Y en ocasiones no es creíble la capacidad que tiene Ryder para
rastrear al joven, pareciendo surgir de cada rincon por donde pasa Hasley. Pero estos no afectan de manera negativa al resto de la cinta.
The Hitcher ha instalado una
nueva fobia en la sociedad, como antes hicieron películas como Psicosis y Tiburón.
Un clásico cuyo visionado es obligatorio
para los fanáticos del género.